Epílogo
la dama
era la noche
jugando por un rato a ser la luna
luego
era la vida
soñando por un rato estar despierta
la dama no era pasado, era futuro
puertas adentro de las capas de lo efímero
ella era ese espejo
que no miras dos veces/ siento
el espacio que creamos al mirarnos
le arrancaba al vacío un epílogo
mi corazón no latió aquí
latió en sus manos
y sus credos
me volvieron más humano
ella lo sabe:
en el fondo estoy roto
no hay jardín que no me encuentre
varado en la melancolía
ni hay vivir que no me halle
intentando recordar lo que he vivido
Comentarios
Publicar un comentario